En clase, hemos estudiado varios tópicos literarios y ha llegado el momento de que los pongamos en práctica. Leed detenidamente las siguientes opciones y escoged la que más os guste para redactar un breve texto.
OPCIÓN A: Locus amoenus
Como ya sabemos, el tópico del locus amoenus consiste en recrear la naturaleza a través de un paisaje idealizado propio de la ficción. Este paisaje recoge todos los elementos típicos de un mundo ideal: aguas cristalinas, fresca brisa, pajarillos que cantan, etc.
Así que vamos a describir en un texto de unas veinte líneas la siguiente imagen como si fuera un locus amoenus. Ten en cuenta:
- La imagen debe estar idealizada.
- Debes destacar las sensaciones visuales que te transmita, pero no olvides otros sentidos, como el olfato o el oído.
- También, puedes señalar los sentimientos que te produzca la visión de esta escena (de paz, de alegría...).
- Decide qué orden vas a seguir (de arriba abajo, del primer plano al fondo, o al revés...) y qué lugar vas a ocupar (estás sobre el puente, en la orilla, fuera de la imagen...).
OPCIÓN B: Carpe diem
Tópico formulado ya por el poeta latino Horacio (siglo I a.C.) que nos invita a a disfrutar de la juventud antes de que llegue la vejez. Con la visión vitalista del mundo que introdujo La Celestina, este tópico cobró fuerza y fue muy cultivado por los poetas renacentistas, tal como hemos visto en los últimos días.
También encontramos versiones actuales del tópico en autores como Luis A. de Cuenca o Víctor Botas.
Luis A. de Cuenca
Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas...
Víctor Botas
No es solución, amigo Horacio, eso
(tan sobadito ya) del carpe diem,
y después que te quiten
lo bailao. Créeme no es
solución.
A no ser, por supuesto, que se trate
tan solo de olvidarse de ese ciego
futuro que ahí está,
esperando a la vuelta de la esquina.
Ahora te toca a ti escribir un breve poema que desarrolle este tópico del "Carpe diem". Pueden ayudarte estos consejos:
- Dirígete a alguien a través de un vocativo: joven, niña, amada, compañera...
- Emplea el verbo en imperativo para aconsejarle que disfrute de los placeres de la vida (goza, aprovecha, vive, disfruta...).
- Enumera distintos aspectos positivos que conlleve la juventud.
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