Ir al contenido principal

2º ciclo ESO Videopoema

Realización de un videopoema para el Día de la Paz

Un videopoema es una forma contemporánea de poesía visual que fusiona imagen y texto literario. Se trata de un ejercicio poético que conjuga lo verbal y lo audovisual como medio de expresión. Es una pieza donde la palabra tiene un papel fundamental. Esta palabra va acompañada de imágenes en movimiento y una banda sonora que refuerza su mensaje.

Debes elegir uno de los poemas escogidos e interpretarlo con tu voz. Se presentarán en formato MP4. La duración máxima es de 3 minutos, incluidos los créditos donde figurará el nombre del alumno y el curso.

Tienes que enviarlo por correo electrónico a rosarioprofedelengua@gmail.com antes del lunes 31 de enero. 

No puede contener escenas de violencia, sexo, ni exaltar conductas discriminatorias o criminales.

Algunos consejos:
  • Tanto las imágenes  como los elementos simbólicos  o las metáforas visuales deben ser originales y transmitir aquello que desees. En caso de usar música, textos o imágenes ajenas, serán materiales libres de derecho de autor.
  • Interioriza la composición para darle un sentido personal. Fíjate en los sentimientos que te inspira a ti y en los que te gustaría transmitir.
  • Tu imaginación es la que marca la diferencia y la originalidad: puedes recitar, bailar, interpretar, usar plastilina, dibujos...  Déjate llevar por tu creatividad.
Aquí  encontrarás un enlace que puede ayudarte en la elaboración del videopoema.

Os dejo algún ejemplo para inspiraros; estoy segura de que conocéis a la mayoría de los protagonistas 😉.



Hecho con Padlet


Escoge uno
de los siguientes poemas para realizar el trabajo:


1.    “Tristes guerras”, de Miguel Hernández

La guerra es como una hoguera

donde los locos se abrasan.

Tristes guerras

si no amor la empresa.

Tristes, tristes

Tristes armas

si no son palabras.

Tristes, tristes.

A lo lejos tú, sintiendo

en tus brazos mi prisión

en tus brazos donde late

la libertad de los dos.

Libre soy. Siénteme libre.

Sólo por amor.


2. “Que se callen los cañones”, de Lupercio Mundim

Que se callen los cañones,

que dispensen los soldados,

porque las batallas son ilusiones

que sólo producen derrotados.

 

Que la paz siempre predomine

sobre la guerra y la violencia,

que el hombre nunca olvide

donde lleva su impertinencia.


Que los niños puedan jugar

con sus alegrías en sintonía,

que los adultos puedan brindar

a un futuro pleno de armonía.


Que las armas sean destruidas

porque sólo causan muerte y sufrimiento,

que nuevas alianzas sean tejidas

porque de la extinción no hay arrepentimiento.


3.    “Nadie está solo”, de José Agustín Goytisolo

Nadie está solo

En este mismo instante

hay un hombre que sufre,

un hombre torturado

tan sólo por amar

la libertad. Ignoro

dónde vive, qué lengua

habla, de qué color

tiene la piel, cómo

se llama, pero

en este mismo instante,

cuando tus ojos leen

mi pequeño poema,

ese hombre existe, grita,

se puede oír su llanto

de animal acosado,

mientras muerde sus labios

para no denunciar

a los amigos. ¿Oyes?

Un hombre solo

grita maniatado, existe

en algún sitio. ¿He dicho solo?

¿No sientes, como yo,

el dolor de su cuerpo

repetido en el tuyo?

¿No te mana la sangre

bajo los golpes ciegos?

Nadie está solo. Ahora,

en este mismo instante,

también a ti y a mí

nos tienen maniatados.

 

4.  “Pido la paz y la palabra”,  de Blas de Otero

Escribo

en defensa del reino

del hombre y su justicia. Pido

la paz

y la palabra. He dicho

«silencio»,

«sombra»,

«vacío»

etcétera.

Digo

«del hombre y su justicia»,

«océano pacífico»,

lo que me dejan.

Pido

la paz y la palabra.

 









Comentarios

Entradas populares de este blog

3º ESO. Garcilaso, Soneto XXIII

En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, enciende al corazón y lo refrena;     y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto, por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena; coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto, antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre.                Garcilaso de la Vega